viernes, 12 de noviembre de 2010

Aventura en el ascensor

Se han encontrado escritos que narran un fatal incidente hace unas semanas. No dio mucho que hablar, ni tampoco fue tan fatal como lo pintan, pero he aquí la historia...

Érase que se era un oscuro día del mes de la Caléndula -era oscuro porque era de noche y era el mes de la Caléndula porque en la wikipedia pone que Octubre es el mes de esa flor, pero esto no viene al caso, sigamos-, el frío invernal se iba abriendo paso en las tierras Charras cuando de repente un ingenuo hombre abrió una puerta, ese era yo, y la puerta era la de nuestra amada biblioteca Abraham Zacut. Seguidamente dio unos pasos rápidos y abrió la siguiente puerta, entrando así en el Hall principal.
No tuvo tiempo de observar a los jóvenes que aún quedaban en sus puestos de estudio, pues eran las 20:45 y coincidía en que era el último día para actualizar el carnet universitario en la máquina. Alzó el paso pasando por la máquina que hace "chi chi chi" y se abalanzó contra la voluminosa máquina actualizadora, metiendo precozmente su carnet y dándole muchas veces al botón de actualizar. Se alzaron los ceros y los unos mientras en su mente sonaba la musiquilla del Centro Pokemon, (http://www.youtube.com/watch?v=ywrp6Obe4-A) para finalmente conseguir la preciada hazaña de tener el carnet actualizado solo 10 minutos antes de que terminase el plazo.
Como ya era tarde y no le quedaba nada más que hacer a nuestro protagonista, pensó en ir a tomar un café de postestudio con LaChicaDelVestidoAzul (alias LCDVA), Marmaraba y demás conocidos que estuviesen por Zacut. Fue así hacia el ascensor, ya que el frío había agarrotado sus piernas y no podía usar las preciadas escaleras, y se fijó en que estaba bajando, entonces esperó.... llegó al 1 y esperó.... llegó al 0 y esperó.... seguía bajando y esperó.... y salió un mensaje de "Er", lo que hizo que viniesen dos cosas a su cabeza, la primera los amados diodos que había visto en clase y seguidamente la famosa serie de Urgencias. Apretó el botón para ver si se abría la puerta pero no pasaba nada, se temía lo peor, temía por unos jóvenes asustadizos que se hubieran podido quedar atrapados dentro del ascensor, lo que le hizo apelar a un poder supremo: Chainman. Fue a recepción rauda y velozmente, desagarrotando sus agarrotadas extremidades inferiores y contactó con dicho ente superior, dejando todo en sus manos. Tras eso, sus piernas se movían hábilmente, y subió las escaleras para cumplir con su tarea humanitaria de llevar a los pobres estudiantes a tomar un café, pero su sorpresa llegó cuando no encontró a nadie... Bajó las bellas escaleras, decepcionado, y vió que todavía no se había abierto el ascensor, pasó por el templo de los bibliotecarios -alias Recepción- y se interesó por qué iba a ocurrir ahora, pero Chainman no sabía qué hacer, pues los Hacedores_de_reparaciones de la Máquina Transportadora habían terminado su jornada. Seguidamente se fue a casa, pensando para si mismo que los que habían quedado atrapados al menos tenían wifi.

Poco después se enteró de que la fecha límite de actualizar los carnets era algo que no le afectaba, pues era solo para el parking y podría haberlo actualizado cualquier día.

2 comentarios:

  1. "El templo de los bibliotecarios" me gusta! y aquí que lo denominan simplemente "mostrador de préstamo", snif.
    Qué cosas os pasan por ahí.

    Saludos de una bibliotecaria gallega

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  2. Ana, seguro que también pasan esas cosas por allí, sólo que no hay un blog para contarlo ;)

    "...pensando para sí mismo que los que habían quedado atrapados al menos tenían wifi."
    ¡Qué más da si hay que quedarse toda la noche en un ascensor, si hay wifi! xD

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