lunes, 25 de mayo de 2009

Diario de un buscador...

TORMEEEEENTAAAAAAA!!!! Y por alguna extraña razón me vienen a la cabeza las triquiñuelas que preparamos en exámenes de febrero del curso pasado para guardar nuestro querido sitio en Zacut.

Todo comenzó viendo que en Libreros era posible guardar un sitio simplemente dejando apuntes, mochila, chaqueta, botella de agua y algún que otro boli desperdigados por la mesa. ¿Qué hay que dé más el pego que un sitio repleto de cachivaches para que parezca que hay alguien estudiando? Hay que decir que en esa temporada tan solo estaba fuera de la biblioteca del orden de ocho o nueve horas diarias, que dura puede ser la vida estudiantil, menos mal que solo pasa un par de meses al año.

Al comprobar que la experiencia era satisfactorioa me vino a la cabeza probar a hacerlo en Zacut, soy un tío empírico, que le vamos a hacer. Al día siguiente ocupé el sitio que quería dejar reservado, en aquel entonces disfrutaba estudiando en las terrazas del segundo piso, así que allí monté el despligue completo y unos minutos antes de cerrar, por aquello de que siempre se dan un paseíto cuando apagan las luces, salí con viento fresco hacia mi casa. Al día siguiente el sitio estaba intacto, ¡nadie se había atrevido a desmontar todo el guirigay que había preparado! Parece que el primer día fue bien.

La segunda noche que dejé el sitio "reservado" funcionó exactamente igual de bien, cuando llegué por la mañana mis cosas seguian colocaditas tal como las dejé. Las consecuencias vinieron por la noche, una hora antes del cierra, aproximadamente, la, por aquel entonces, bibliotecaria se dejó caer por mis coordenadas para ver si realmente ahí estudiaba alguien o tan solo era un pegote de cosas molestando. Cuando vio que el sitio realmente era productivo quedó tranquila y me sugirió cortesmente que era una buena noche para recoger todo el desaguisado, que ya empezaba a oler.

Por supuesto ahí terminó mi periplo de reserva indiscriminada de sitio. Desde entonces mi opinión al respecto de la reserva de sitios, para uno mismo o para otros, ha cambiado radicalmente y creo que es más productivo confiar en la suerte y tirar un poco de picaresca e inteligencia para conseguir un buen sitio a gusto del consumidor.

Hasta aquí el Diario de un buscador... (de sitios) de hoy.

3 comentarios:

  1. Bueno por lo menos no te fue chaiman diciendo que eres un irrespetuoso maleducado que te gastas sus impuestos jajajajaja. Mola tendre en cuenta tus consejos para no tener q levantarme a las 7 de la mañana besitos

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  2. Entonces yo no conocía a Chainman, o al menos no le conocía en su pleno apogeo!

    Si hubiera estado en el mismo plan creo que me lo hubiera pensado dos veces antes de realizar el estudio en cuestión xD

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