La aventura del saber...

¡Y menuda aventura! Cada mañana cientos de jóvenes y jóvenas se dan cita a la puerta de nuestra querida biblioteca para entrar como alma que lleva el diablo a base de codazos y empujones y conseguir reservar la mayor cantidad de sitios para los amigos que desafortunadamente están más atrás que ellos en la cola (o quizás afortunadamente por que han podido dormir media horita más, que siempre es de agradecer) y así conseguir que se sienten todos junticos para echar el día en familia. Me extraña que aún no haya habido algún herido que saliera en abmulancia tras una reyerta por un sitio o una silla xD.

Pero que pasa con l@s que, como un servidor, no disfrutamos con un buen madrugón para conseguir el sitio deseado. Para tod@s ell@s estoy llevando a cabo un estudio sociológico en Zacut, para demostrar que no es tan difícil dormir a gusto y tener el sitio que deseamos...

Durante toda la semana pasada y lo que llevamos de la presente he estado viniendo a diversas horas de la mañana (por supuesto, desde las once en adelante) y os puedo asegurar que ningún día me he quedado en la calle por falta de sitio y no he tenido que sufrir las inclemencas de Mr. Cadenas amenazante con su manojo de llaves que con tanto dominio maneja.

Hoy intenté una práctica nueva al ver que anoche a las dos pasaba la bibliotecaria recogiendo los libros que había por las mesas. Cuando salí de aquí a las tres dejé un par de libros de una estantería en el sitio que más me gusta de Zacut con la esperanza de encontrarlos ahí cuando volviera. No os recomiendo este método, pues no ha sido fructífero en absoluto y he tenido que recurrir al clásico... "¿Así que esta tarde no vienes por aquí? Pues entonces sí que me podías hacer el favor de dejarme el sitio por la mediodía...?".

Iré actualizando mis mejores trucos para los menos madrugadores y espero que nos contéis los vuestros...

Que la fuerza os acompañe a todos!

Un saludo.